Iglesia de Santa Agnès

Cuenta la leyenda que los vecinos de Sant Inés entraron en dura pugna con los parroquianos de San Mateo para acabar sus respectivas iglesias. El ingenio prevaleció en el caso de los primeros y optaron por construir los techos más bajos, a fin también de evitar la inseguridad estructural que las prisas habían conferido a la construcción. Es por ello que hoy esta hermosa y blanquísima iglesia es la más baja de la isla de Ibiza. Otra leyenda explica la repentina apertura de un acceso lateral a la iglesia por la incomodidad de los vecinos, que no querían usar la entrada principal, escenario de un crimen sangriento. La vida en el campo era dura y teñía de superstición muchos sucesos del pasado. Hoy es el bello telón de fondo de la plaza del pueblo, remanso de paz y relajación. Su pequeño porche y su discreto campanario confieren una dimensión más humana a la arquitectura religiosa.