Sant Antoni, un pueblo pesquero

a riqueza de las aguas que rodean la isla de Ibiza ha fomentado todo un modo de vida basado en la pesca artesanal y ha conformado una sociedad típicamente mediterránea que ha basculado siempre en torno a los recursos naturales de proximidad. En este contexto, Sant Antoni de Portmany aporta a la historia de la isla una gran vocación pesquera, heredera de una larga tradición marinera que se remonta a la presencia cartaginesa en la isla de Ibiza, allá por el 654 a.Cc.

Ya desde entonces existen indicios y vestigios que señalan a la gran bahía natural que envuelve a la población actual como un centro importante de actividad pesquera comercial. Los púnicos recalaban en sus guarecidas aguas para descargar sus capturas frescas y convertirlas en salazón. El agua potable de las abundantes fuentes y pozos de la zona que rodea la bahía de Portmany era un aliciente añadido para la flota, pues permitía pertrecharse con el indispensable líquido para sus travesías. Con la llegada del dominio romano, que convivió con el púnico, llegó lo que sería la denominación moderna de la bahía y de su asentamiento urbano: las generosas dimensiones de la ensenada los llevó a denominarla “Portus Magnus”, gran puerto, que derivaría en nuestro vigente Portmany.

Esa grandeza no la limitaban los romanos a su acepción meramente geológica sino que la aplicaban también para señalar la importancia estratégica de su actividad náutica. Más adelante, el hecho de que la construcción de la primitiva iglesia de Sant Antoni tuviera como objetivo la protección de un pequeño núcleo de pescadores y agricultores, confirma la importante consolidación que tenía la actividad en el Quartó de Portmany ya en el S. XIV y que fue progresando hasta los siglosS. XIX y XX. Un dato más que también se ha documentado es que muchas de las artes de pesca que han pervivido hasta la actualidad ya se usaban en la edad media e incluso antes: volantín, bolitx, palangró, rall, solta, redes astrasmalladas, javega, etc. formaban parte del catálogo de recursos de los pescadores de la época.
Sant Antoni entró con paso firme en la era moderna con una gran actividad pesquera, realizada por embarcaciones modernas que comenzaron a utilizar técnicas nuevas, como el arrastre (o bou), capaces de realizar más capturas de una forma mecanizada. El puerto, paralelamente, incorporó un muelle pesquero que permitió organizar el trabajo y canalizar el trasiego de la actividad.

Hoy la sostenibilidad y protección de los recursos pesqueros es el objetivo primordial de los profesionales de la pesca, agrupados en la Cofradía de Pescadores de Sant Antoni. La flota artesanal realiza las capturas conforme a estrictos controles que permiten la trazabilidad de cada pieza y se ciñen a los periodos de pesca autorizados para cada especie. Para garantizar aún más la calidad y sostenibilidad del producto pesquero, en el año 2008 los pescadores profesionales de la isla de Ibiza presentaron la marca Peix Nostrum. El distintivo Peix Nostrum garantiza que los ejemplares han sido capturados por la flota pesquera profesional y que no han transcurrido más de 4 cuatro (4) horas desde su captura hasta su llegada a la lonja. De esta manera el consumidor sabe que adquiere un pescado que ha sido capturado artesanalmente, de forma selectiva, y manipulado, refrigerado y protegido de forma correcta, según el Reglamento de Peix Nostrum.

Con esta seguridad, el comprador ya solo tiene que decidir cuál de los pescados de la isla quiere degustar. La lista es interminable y todo depende del gusto de cada uno. Especies como el gerret, el gató, el gallo, la rotja, la gamba roja, la cigala, la raya o el mero pueden disfrutarse todo el año. Otros tienen sus épocas de veda, como el raor o la langosta, mientras que el calamar, la sepia, el pulpo, el jurel o el salmonete se dan solamente en meses concretos del año. En todos los casos, el sabor y la calidad están asegurados y son el ingrediente estrella de los grandes platos de la gastronomía ibicenca: el bullit y el guisat de peix, las calderetas, los arroces, la frita de polp, la sepia, los pescados al horno, etc.
