Sant Rafel, encrucijada de artesanos ceramistas

istórica encrucijada de caminos, Sant Rafel de Sa Creu ocupa una posición central en la geografía de la isla, nexo de unión de caminos que conectan con Sant Mateu, Santa Agnès y Buscastell. La esbelta silueta de su iglesia – encaramada sobre un puig que ofrece unas hermosas vistas sobre el pla de Eivissa y las murallas que sostienen Dalt Vila – es una de sus señas de identidad. Otra es la extraordinaria oferta gastronómica que alberga y que lo dota de una genuina vitalidad a lo largo de todo el año. Sin embargo, hay otro campo en el que Sant Rafel brilla con luz propia, la artesanía.
Ibiza ha sido hogar de acogida de un sinfín de artistas y artesanos que han encontrado en la isla el refugio y la inspiración que perseguían para dar forma a sus creaciones. Los artistas locales, por su parte, contribuyeron a consolidar una sólida base desde la que se construyó una fuerte personalidad cultural que tejió afinidades y complicidades con las nuevas perspectivas aportadas por artistas nacionales e internacionales que iban recalando en la isla blanca.
Sant Rafel es una buena muestra de esta mezcolanza y riqueza artística, que ya en su momento fue reconocida al ser declarado el pueblo zona de interés artesanal. En diversos rincones de su reducido entramado urbano se pueden encontrar los talleres de ceramistas y artistas que compaginan sus espacios de trabajo con zonas de exposición y venta. Hay nombres que merecen una especial mención, por ejemplo los talleres de Carlos Icardi o Kinoto.
El taller de Carlos Icardi se halla en la travesía principal del pueblo y su producción artística se remonta a los años 70, cuando comenzó a moldear sus primeras creaciones. Este laureado ceramista destaca por la intensidad cromática de sus piezas, elaboradas con técnicas muy diversas de origen árabe, oriental y de engobe, con mezcla de arcillas diferentes.

Icardi Cerámica


Kinoto es otro de los grandes nombres. El taller y sala de exposiciones se halla a pocos metros del local de Carlos Icardi. Miguel Angel Ratto fue el maestro artesano que lo promovió y sus obras siguen expuestas en la sala, piezas que conviven con las creaciones de Carmen Corominas en estrecha colaboración con Adrián Ribas, al torno.

Can Kinoto cerámica, Sant Rafael
Julio Bauzá es otro nombre de contrastada reputación artística que ha escogido Sant Rafel como base de su trabajo creativo. Arquitecto, pintor, escultor… el perfil de este polifacético artista se adentra en un universo de formas que juegan con la geometría para sostener estructuras visuales de misterioso magnetismo.

Este bullir creativo también es acompañado de otras iniciativas que fomentan la difusión y venta de la producción artística y artesana. El ejemplo más claro de ello es el mercado artesanal que tiene lugar todos los jueves de verano en la calle principal de Sant Rafel. En él se puede apreciar la maña con la que manos expertas tejen un capazo, una cesta de esparto o unas espardenyes (esperdeñas) ibicencas, o cómo se tejen y cosen las más delicadas piezas del vestuario típico de la isla. Todo una inmersión en la auténtica esencia artesana de Ibiza.
Sant Rafel, como no podía ser de otra forma, cuenta también con su propia sala de exposiciones, Can Portmany. Flanqueando el desvío de la carretera que conduce hasta Buscastell y Corona, Can Portmany es un edificio de aires coloniales construido en 1933 y diseñado por el reconocido arquitecto Joan Gómez Ripoll “Campos”. Un bello espacio en el que se celebran exposiciones y eventos culturales que consolidan aún más a Sant Rafel como el gran centro artesanal de Sant Antoni.